Las imágenes que surgieron este martes desde Beirut son horroríficas. Las dos explosiones se fueron documentando al detalle, gracias a los videos de inocentes ciudadanos que no sabían que el fuego/explosión inicial era la antesala de una explosión que sacudiría la ciudad, hiriendo a miles y matando a decenas de personas. Mientras que el primer ministro, Hassan Diab, declaraba que encontraría al responsable de la explosión causada por casi 3 mil toneladas de explosivos que fueron guardados por seis años en el almacén a un lado del puerto, el presidente del 'caos', Donald Trump, señalaba que la explosión de Beirut parecía un "terrible ataque".
Y esta tragedia en el Líbano es un ejemplo de la dificultad de tratar de hacer prospectiva de los eventos económicos y de seguridad en el contexto global que podrían impactar a México en los siguientes 12 meses. En este espacio comparto la segunda entrega de este ejercicio de prospectiva buscando descifrar aquellos factores que nos ayudarán a entender si México enfrenta una 'década perdida' o un escenario 'menos catastrófico' donde regresa, en 2024, a niveles de crecimiento y de inseguridad similares a los que 'disfrutó' en 2019.
En conversaciones con varios analistas, me señalan que en general hay la expectativa de que Estados Unidos entraría en un proceso de recuperación económica en otoño de 2020 y esto debería de 'arrastrar' a México, especialmente en el sector de exportaciones.
Pero, ¿por qué tanto optimismo?
Al igual que México, Estados Unidos está enfrentando terribles dificultades para controlar el contagio y defunciones por Covid-19, que está repercutiendo en la apertura de la economía y el regreso a clases. Esto se traduce en índices históricos de desempleo y de cierre de comercios. Hay expectativas de que la demanda de bienes y servicios debería de incrementar. La pregunta es: ¿será suficiente la confianza del consumidor estadounidense que se traduzca en que habrá mercado para automóviles, electrodomésticos hechos en México, o aguacates y naranjas que fueron cosechados en nuestro país? Se puede apostar en la palanca que debería ser la economía estadounidense, cuando en 2019 el vecino creció, pero el PIB mexicano cayó - 0.1 por ciento, algo que no había ocurrido desde 2009.
Tampoco olvidemos que este año habrá elecciones presidenciales en Estados Unidos. Durante las primeras semanas de enero de este año, la expectativa era que Donald Trump haría lo imposible por proteger el crecimiento económico de su país y así asegurar su reelección en noviembre.
Parecería que ahora la apuesta del presidente Donald Trump es asegurar una crisis constitucional al no reconocer los resultados de las elecciones, si es que pierde. Lleva varios meses cuestionando algunos aspectos del proceso electoral, en particular el voto por correo, asegurando que se está fraguando un fraude electoral.
Sin importar los resultados y lo que indiquen las encuestas, es probable que el 3 de noviembre el mundo no sepa quién será el siguiente presidente de Estados Unidos. La interrogante es cuánto durará la incertidumbre y qué tan dispuesto estará Trump de llevar a Estados Unidos a una crisis constitucional sin precedente: ¿Qué sucede cuando un presidente en turno no reconoce que perdió la reelección y se rehúsa a dejar el cargo?
Esta incertidumbre, obviamente, sería catastrófica para la economía estadounidense y, por ende, para la economía mexicana.
Además de la crisis constitucional, no sorprendería que en los siguientes 90 días que faltan para las elecciones, actores y gobiernos también aprovechen la coyuntura y la debilidad del gobierno de Estados Unidos para llevar a cabo actos e iniciar conflictos que podrían debilitar la economía global. ¡Ojo con China, Rusia, Norcorea, Israel, Irán, Pakistán, India! Además de no descartar la posibilidad de un atentado terroristas en Estados Unidos o gobiernos afines. Y en el mundo según Trump, tampoco podemos descartar un 'October surprise', un evento catastrófico impulsado por el mismo presidente para poner en entredicho las elecciones.
Obviamente, tendrá un impacto en el entorno económico mundial si pierde Trump (y eventualmente saca sus tiliches de la Casa Blanca) y es electo Joe Biden como nuevo presidente de Estados Unidos. Pero en este momento es difícil pronosticar si se fortalece o se debilita la economía estadounidense, todo depende de la profundidad de la crisis electoral y cómo eventualmente se resuelve.
Cuando a Estados Unidos le da pulmonía en su economía, esto se puede traducir en ingobernabilidad en México. En la siguiente entrega conversaremos sobre el impacto de la crisis económica y la seguridad en México.
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