Esta es la quinta entrega de esta serie de análisis que he llamado 'Julio 2021'. He recibido preguntas sobre el nombre de esta serie, ya que las elecciones intermedias se llevan a cabo en junio del año entrante y no en julio. Obviamente uno de los objetivos de esta serie es anticipar los eventos, decisiones y tendencias que podrían impactar las elecciones intermedias del 6 de junio del 2021. Pero uno de los pronósticos que surge de este análisis es que, debido a una serie de cuestionamientos a los resultados electorales, demandas y contrademandas, que seguramente surgirán, será hasta julio de 2021 cuando tendremos más claridad sobre el futuro de México en la siguiente década -no solo en el ámbito político, sino en el ámbito económico y sobre todo en el ámbito de seguridad y gobernabilidad.
De hecho, fue en esta semana, con el regreso a clases, que surge un panorama político cambiante donde se fortalece la imagen de un nuevo contendiente para 2024. Mientras que Morena enfrenta una abierta guerra civil debido al fallo del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), ordenando la renovación de la dirigencia nacional del partido mediante una encuesta abierta a la población, además de videos y otras filtraciones de morenistas en aparentes actos de corrupción, el secretario de Educación, Esteban Moctezuma, surge como un estadista, con capacidad de operar y resolver problemas en medio de la crisis. En este momento él, y Marcelo Ebrard, secretario de Relaciones Exteriores, han podido mantener una imagen independiente de la escandalosa lucha intestina Morenista y de las polarizantes declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ahora la pregunta es si López Obrador entiende la importancia de proteger la imagen de estos dos secretarios y promoverlos en México, como la nueva imagen de la cuarta transformación, y así darle una pizca de credibilidad a su gobierno ante el mundo.
Y, eso es lo que está en juego en junio 2021. ¿Quiénes serán los herederos de Andrés Manuel López Obrador, de la cuarta transformación y de Morena en la siguiente década? Desafortunadamente en los primeros dos años de gobierno, las divisiones internas y la necedad de AMLO no han permitido crear cuadros que puedan asegurar la continuidad de su visión para México.
Morena no tiene figuras públicas que presumir en este momento, y más allá del impacto que podría tener el siguiente líder de Morena en definir los candidatos, la estrategia de polarizar y atacar tendrá un impacto en las elecciones intermedias, que implica la elección de 21 mil 368 cargos y 15 gubernaturas en disputa, la elección más grande y compleja en la historia de México.
¿Aprovechará el presidente y su partido para transformar permanentemente el futuro de México?
Está por verse, pero al igual que los otros partidos y organizaciones políticas, parecería que la apuesta no necesariamente es en escoger y promover los mejores cuadros. Será dinero y la capacidad de obtener 'contribuciones' lo que definirá quienes serán los candidatos.
La reacción y la justificación del presidente López Obrador de los videos de su hermano, de que Pío recibía contribuciones del 'pueblo', envía un mensaje catastrófico para las elecciones en junio del año que entra: coperacha para la causa no es ilegal, sin importar de donde provenga el dinero.
Y esto creo que es una de las amenazas más peligrosas para la democracia mexicana: dinero del crimen organizado seguramente jugará un papel fundamental en la selección y la elección de los candidatos, ya que no hay ningún indicio de que Morena tendrá la capacidad o la voluntad de vetar a sus candidatos y asegurar que no tengan vínculos directos con organizaciones criminales.
La política de abrazos y no balazos del presidente López Obrador se sentirá en las siguientes elecciones: no habrá repercusiones del gobierno federal si las organizaciones criminales deciden comprar candidaturas, invertir en candidatos o amenazar -hasta asesinar- a aquellos candidatos o candidatas que pongan en riesgo su control político/territorial.
Muchos de ustedes dirán que seguramente candidatos de otros partidos también podrán tener vínculos cercanos con grupos criminales. Sí, pero la diferencia es que las autoridades federales estarán más dispuestos a balconear y perseguir organizaciones que están apoyando la candidatura 'incorrecta'- o sea candidatas o candidatos que no sean de Morena.
Más allá de los resultados de las elecciones intermedias, seguramente para julio de 2021 se sabrá el éxito y fracaso electoral de Morena, pero también sabremos qué porcentaje de los gobiernos municipales, estatales y en la Cámara de Diputados, están en manos de criminales. www.anamariasalazar.com
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