En conferencia para el foro de análisis y discusión “Ciberseguridad en las Elecciones” celebrado en la Fundación Miguel Alemán, ante una audiencia entre quienes estaban gente como el Ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, Juan Ramón de la Fuente y el exdirector de ciberseguridad de la Casa Blanca John F. Banghart, El director del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova dijo lo siguiente: “el INE no es una institución improvisada, es una institución que tiene una larga historia y en donde la administración, gestión y uso de sistemas informáticos nos ha acompañado prácticamente toda su vida (del INE), en los 28 años desde que se creó el Instituto Federal Electoral (IFE), y ahora ha evolucionado en INE. Han sido años en los cuales el tema de los sistemas de información ha estado siempre presente y ha tenido una paulatina y constante evolución, tenemos una larga, larga experiencia que nos viene, digámoslo así, heredada bajo la premisa de inocular una experiencia traumática, que por cierto constituye un parte aguas en nuestro sistema político y de nuestro sistema electoral, que es justamente la experiencia de 1988. 1988 se caracteriza y queda todavía en el imaginario colectivo, como el proceso electoral marcado por la caída del sistema, que en estricto el sistema no es que se haya caído un sistema informático. Eso de que se cayó el sistema, en realidad es que se calló, pero no con ‘Y’, no es que se cayeron/fallaron las computadoras, simplemente se calló con ‘doble L (LL)’, decidieron callar el sistema, las computadoras funcionaban, las computadoras que agregaban la información siguieron funcionando, lo que fue una determinación política, argumentable en su momento, para no generar mala información, que estaban llegando primero los resultados de la Ciudad de México y que podían generar una mala impresión respecto del flujo de los resultados, se decidió suspender la difusión pública de dichos resultados, hasta que enviara con ellas una tendencia consolidada en los mismos que no generara desinformación. Esa es la caída del sistema del 88, aunque en el imaginario colectivo, fallo en el sistema, y la primera reacción, la primera imagen es: ‘se cayó el sistema como en el 88’. Sin embargo, 88 es un punto de partida que explica no solamente el surgimiento y evolución posterior de la autoridad, de la institucionalidad electoral, sino que también constituye una especie de ‘bestia negra’, en términos informáticos que ha acompañado la vida de la autoridad electoral y que ha llevado a que todos los sistemas, los que primero pocos y ahora muchísimos intensivos con los que opera un proceso electoral y la cotidianidad en una institución como el INE, haya estado presente y haya constituido una de las áreas más importantes del propio INE […] Una de las grandes apuestas que surgen en el 88, es precisamente la ciudadanización de las mesas de casillas, es decir, de los espacios en donde se cuentan manualmente todos y cada uno de los votos y la mejor garantía de que los votos se cuentan y se cuentan bien, no es que el INE los cuenta, sino que los cuentan las y los ciudadanos”.
conferencia Lorenzo Córdova aquí: https://drive.google.com/file/d/1JQJts5NgsGVecumjm0W8D-Qw0Yqiy1yx/view?usp=sharing
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