Pero es entendible, ante los sombrerazos, gritos y amenazas provenientes de Estados Unidos y la República Popular de Corea (RPDC), es entendible el nerviosismo. Y la preocupación. Leer en El Financiero
Pero es entendible, ante los sombrerazos, gritos y amenazas provenientes de Estados Unidos y la República Popular de Corea (RPDC), es entendible el nerviosismo. Y la preocupación. Leer en El Financiero
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