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Para el 2015, el gobierno enfrentará un déficit total equivalente al cuatro por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). En términos de dólares estamos hablando de 49 millones de dólares.
Las proyecciones son más altas que los 47 millones de dólares aprobados por el Congreso para el año fiscal en curso.
A mayor déficit aumenta la deuda, la cual este año terminará por representar el 40 por ciento del PIB. Si esta tendencia continúa, para el 2018 la deuda podría cerrar en 50 por ciento, explicó Luis Foncerrada, Director General del Centro de estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Aunque de que varios especialistas concuerdan en que México aún tiene oportunidad de pedir prestado, Héctor Villarreal, el Director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), cree que esta no es la mejor opción por que la recaudación tributaria es baja y la política monetaria en Estados Unidos podría aumentar el servicio de la deuda y poner presión sobre la economía mexicana.
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