Yaaaaa! ¡¡¡Yaaaa basta!!! ¡¡BASTA!! Estoy hasta la mother de las llamadas diarias a mi oficina donde alguien exige hablar conmigo, con un tono de urgencia. Contesto y es, una vez más, un vendedor ofreciéndome una tarjeta de crédito, o para hacer una encuesta, o unas vacaciones gratis en Cancún o un nuevo paquete de telefonía.
No faltan las personas que también con insistencia tocan la puerta exigiendo una propina por limpiar las coladeras, por tocar música ranchera, o vienen a darnos una doctrina religiosa o para preguntarnos cuáles son nuestras preferencias políticas para una encuesta. Para continuar hacer click aquí.
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