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DISPUTAN NARCOS MERCADO DEL PEPINO DE MAR



DISPUTAN NARCOS MERCADO DEL PEPINO DE MAR


A primera vista, sería difícil adivinar que alguien estaría dispuesto a morir de forma espantosa, en medio de los peores dolores, por este animal. No parece lógico asumir que una persona en su sano juicio arriesgaría su vida por ese tubo viscoso, un gusano de 30 centímetros que, visto bien, tiene mucho parecido con un camote. Pocos podrían imaginar que ese objeto, que de lejos se asemeja a un cilindro repleto de forúnculos y que de cerca tiene un punzante olor a pescado, sería motivo de disputa, muerte y tragedia. Pero lo es en Yucatán. Desde hace tres años es el blanco de un delirio que tiene a la península de cabeza. Que ha sumido a más de 80 familias de buzos y pescadores en el luto. Y ha atraído al crimen organizado a una de las entidades más tranquilas del país. Sorprendentemente, es un animal que ha puesto a la Marina Armada de México en estado de alerta táctica y que ha obligado al Estado Mayor Naval a enviar más lanchas interceptoras a Yucatán, además de montar retenes carreteros. Ni se digan las amenazas recibidas por inspectores pesqueros de la Secretaría de Agricultura: biólogos y oceanógrafos que han sido acusados de vender permisos para su pesca al mejor postor. “No sabíamos lo que valía y su utilidad hasta que se descubrió que en los mercados asiáticos tenía un alto precio. Ahí empieza un frenesí”, reconoce Felipe Cervera, secretario de Desarrollo Rural de Yucatán. Según datos obtenidos por Milenio vía la Ley Estatal de Transparencia, 33 personas han sido detenidas por la policía estatal desde 2009 por tráfico de pepino de mar. Hay eventos que, en todo concepto, parecen extraídos de los anales del narcotráfico: en 2011, quince toneladas fueron robadas por un comando armado de una empresa congeladora. Retenes, comandados por inspectores federales de Inapesca y con Infantes de Marina armados apoyándoles, han sido instalados a lo largo de toda la costa.
Con información de Milenio

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