TRASCENDIDOS
6 DE DICIEMBRE 2012
El
presidente Enrique Peña Nieto prometió que le daría un enfoque distinto al
combate a la delincuencia y, apenas el martes, reconoció que las tropas
seguirán en las calles por un buen tiempo. ¿Dónde está la diferencia?,
preguntan los más desconfiados. La respuesta es igualmente sencilla y
complicadísima: en la prevención del delito. El encargado de poner en marcha la
nueva estrategia para devolverle la seguridad a los mexicanos será Roberto
Campa Cifrián. Ex priista y luego candidato a la Presidencia por Nueva Alianza,
el político capitalino tiene experiencia en el tema: fue secretario ejecutivo
del Sistema Nacional de Seguridad Pública en el primer tercio del sexenio
calderonista. Lo más interesante es que hoy asume su nuevo cargo con un
proyecto muy estructurado, en el que, según se sabe, recoge experiencias
exitosas como las de Ciudad Juárez, Aguascalientes y Tijuana. Quienes han visto
su propuesta de trabajo, aseguran que Campa buscará ponerle especial énfasis a
reconstruir el tejido social. Más nos vale que le vaya bien.
Calladito,
calladito, Miguel Mancera armó un equipo de gobierno que dejó a más de uno
asombrado. Primero al incorporar a Cuauhtémoc Cárdenas, la figura señera de la
izquierda mexicana... y antítesis de Andrés Manuel López Obrador. Luego, el
sorprendente fichaje de Salomón Chertorivski, quien apenas la semana pasada era
el secretario de Salud del gobierno federal. Su inclusión como secretario de
Desarrollo Económico representa una señal de que la dependencia ahora tendrá un
perfil profesional y técnico, haciendo a un lado los intereses políticos de las
tribus perredistas. O como decían en la campaña de Bill Clinton: "It's the
economy, stupid!".
Por
cierto que una cosa notoria del gabinete del DF es que ningún grupo de poder
dentro del Sol Azteca tiene presencia hegemónica en el nuevo gobierno. O lo que
es lo mismo: están todas las tribus pero ninguna manda. Da la impresión de que
Mancera fue muy cuidadoso de darle a cada corriente un pedacito, pero no todo
el pastel. Así aparece un bejaranista, un representante de "Los
Chuchos", dos cercanos a Marcelo Ebrard, y varios de los que han
acompañado al nuevo jefe de Gobierno en su meteórica carrera. Sobre todo, caras
nuevas que, por ahora, vienen a refrescar la escena política capitalina.
Ahora
que la neopeñista Lia Limón fue nombrada subsecretaria de Derechos Humanos,
algunos de sus ex compañeros panistas se acordaron de un dato. Según cuentan la
ex diputada albiazul tiene abierta una queja en su contra, ¡oh, paradoja!, en
la Comisión de Derechos Humanos del DF... ¡por malos tratos! Habrá que ver si
se trata de algo serio... o de pura mala leche por haber dejado el PAN.
A quien
ya le pusieron cuña es a Rosario Robles, pues tendrá como subsecretario a
Ernesto Nemer, quien fuera cercanísimo de Enrique Peña en el Estado de México. De
hecho se decía que era el favorito para heredar la gubernatura, pero al final
el candidato fue Eruviel Ávila, con quien trabajó hasta antier. Nomás para que
Rosario le vaya calculando el agua a los camotes, el nuevo
"colaborador" trae su propio equipo de prensa cuyo lema es: "El
trueno es impresionante, pero el rayo es quien hace todo el trabajo". Y quien
le entendió, le entendió. Y quien no, ¡pos' no!
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Que
la urgencia del gobierno de Enrique Peña Nieto para que el Congreso apruebe la
Ley de Administración Pública es un asunto prioritario para la confección del
Presupuesto de Egresos 2013. Y es que, sin asignación de recursos específicos
para las nuevas estructuras federales, se haría imposible cumplir con promesas
del Presidente en el primer año de gobierno. Así que sus cabilderos trabajan a
marchas forzadas para convencer a los partidos de aprobar la iniciativa tal
como está.
Que
el rechazo de las cúpulas en las corrientes bejaranistas, Izquierda Democrática
Nacional y Alternativa Democrática Nacional, al Pacto por México se diluye por
la presión que aplican Miguel Ángel Mancera, Graco Ramírez, Arturo Núñez y
Ángel Aguirre Rivero, así como decenas de alcaldes perredistas. Y es que están
en juego las participaciones federales para estados y municipios que les
garantizarían mayores recursos en el presupuesto del próximo año... y no se
pueden dar el lujo de dejar ir los tan escasos dineros para obras, programas y
servicios.
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Aún
no comienza realmente el gobierno y se le está creando rápidamente a Luis
Videgaray la fama de tener una mano muy dura en el trato con la gente. Quizás a
veces por razones justificadas; a veces, quizás no. Pero hay dos casos. El
primero es el de Andrés Antonius González, quien realizó el primer trabajo de
depuración de aspirantes al gabinete y que él mismo se perfilaba para una gran
posición en el gobierno. Pero la semana pasada Videgaray lo despidió en forma
fulminante, antes de la toma de posesión. El segundo es Luis Miguel Montaño,
oficial mayor de Hacienda cuando llegó Videgaray, quien lo saludó y le dijo que
hablarían más tarde. Nunca sucedió. A través de un tercero le dijeron que
estaba cesado, y que entregara a María Fernanda Casanova.
Miguel
Ángel Mancera tuvo varias presiones de diferentes grupos de interés en el
proceso de seleccionar a su gabinete. Una fue de la Barra de Abogados, que
quería que no repitiera Jesús Rodríguez al frente de la Procuraduría General de
Justicia del Distrito Federal, pero además, que colocara ahí a Rafael Heredia,
un penalista reconocido que adquirió fama por ser el abogado estrella en el
caso que dio origen a la película “Presunto Culpable”. Mancera, dicen los que
saben, optó Rodríguez, su cercano colaborador, como secretario de Seguridad
Pública, cuando Manuel Mondragón se fue al gobierno federal sin decirle antes.
Heredia tampoco llegó, sino Rodolfo Ruiz, quien fue su secretario particular
cuando fue procurador.
Otro
grupo de interés que metió presión para tener una posición en el gabinete de
Miguel Ángel Mancera, fue la comunidad judía. Históricamente siempre han tenido
puestos en los gobiernos del Distrito Federal y el federal, y no fue ésta la
excepción. La comunidad es muy influyente, particularmente en la ciudad de
México, donde se han metido fuertemente en las áreas de seguridad y de la
construcción. Quien debe responderle a esas necesidades de presencia fue la
gran sorpresa del gabinete capitalino, Salomón Chertorivsky, quien saltó de la
Secretaría de Salud federal, a la de Desarrollo Económico. Abogado y
economista, Chertorivsky tiene una maestría de Harvard en Políticas Públicas, y
una experiencia larga en el servicio público, por lo que Mancera pudo llenar
las expectativas con capacidad técnica.
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Lo
que quedó demostrado en el gabinete de Miguel Mancera es que el jefe de
Gobierno dará prioridad a la seguridad del DF, pues se la encargó a dos
funcionarios formados bajo su égida: Jesús Rodríguez Almeida pasó de encabezar
la PGJ a la SSP; mientras el procurador, Rodolfo Ríos Garza, estuvo a su lado
como secretario particular y luego fue jefe de asesores del propio Rodríguez
Almeida. Otro funcionario educado en la “escuela Mancera”, Hiram Almeida, será
el encargado de erradicar la corrupción como contralor general.
Un
bloque de hielo se atravesó ayer entre los perredistas Jesús Zambrano y
Alejandro Encinas. Resulta que, en la segunda fila del Auditorio Nacional,
durante el mensaje del Jefe de Gobierno, Miguel Mancera, el dirigente del
partido avanzaba, con pasos de compás, buscando su lugar cuando vio al senador,
quien platicaba con una mujer vestida de amarillo. Como pudo, Zambrano le dio
unas palmadas en el hombro en señal de saludo y Encinas, sin voltear a verlo,
apenas le estiró la mano con displicencia. Pero Zambrano, eso sí, con una
sonrisa de oreja a oreja.
Quien
se ha ganado el reconocimiento y el apoyo de la sociedad es la panista Marcela
Torres Peimbert. Aún ante la presión de algunos miembros de su partido y de la
industria refresquera para no presentar la iniciativa que propone un impuesto a
refrescos, la senadora por Querétaro se ha mantenido firme, demostrando que es
una legisladora comprometida con la salud y con el futuro de los mexicanos.
Malas
noticias para el dirigente del SME, Martín Esparza. La Suprema Corte está lista
para resolver en definitiva la extinción de Luz y Fuerza, pues la Primera Sala
confirmó ayer el acuerdo por el que el ministro Juan Silva, presidente del
Tribunal Constitucional, había admitido a trámite el recurso de revisión del
SAT, como liquidador de Luz y Fuerza del Centro, contra un amparo otorgado al
SME. Dicho acuerdo había sido infructuosamente impugnado por la ministra Olga
Sánchez.
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Quedó
claro que Miguel Mancera tendrá su propio camino. No se intimida ante el peso
de las figuras emblemáticas de la
izquierda. El nuevo jefe de Gobierno
del Distrito Federal confeccionó un equipo propio, sin concesiones, sin arreglos vergonzantes. Es un arma de dos
filos. Tiene las manos libres, pero también asume integralmente la
responsabilidad. Ya mostró sus cartas. Ya quedó claro, por ejemplo, que los hilos de la seguridad pública del
DF se controlarán desde el
Palacio de Ayuntamiento. Pronto veremos
si Morena, el partido de Obrador, piensa ser aliado de la administración Mancera, o parte de la oposición.
La
propuesta de crear una estrategia común de seguridad en el Altiplano, el
“Escudo Centro”, es un mini-Pacto por México. En principio, los gobernadores de
los estados vecinos al Distrito Federal lo ven con buenos ojos, aunque ayer
algunos se mostraron desconcertados.
Preguntan qué se puede hacer y cuál será la participación de
la Federación. Miguel Mancera lo propuso con conocimiento de causa. Sabe
que las fronteras políticas operan a favor de las
bandas del crimen organizado, pues brincan de un estado a otro para
burlar la ley.
La
comunidad artística chilanga tendrá un papel relevante en el gobierno de Miguel
Mancera. El primer show fue la matiné de ayer
en el Auditorio Nacional. Hubo de todo,
desde atuendos reveladores hasta
albures. Hay una inquietud, ¿los reflectores son parte del estilo personal de
gobernar del nuevo mandatario
capitalino? ¿Susana Zabaleta tuvo su
debut y despedida, o será invitada recurrente? Todavía no conocemos la
personalidad real del nuevo
jefe de gobierno. Tal vez resulte adicto a la farándula. Montar una
pasarela para presentar a los integrantes del gabinete es una novedad. Sujetarlos al aplausómetro desde el primer
día fue un riesgo innecesario.
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En
la Secretaría de Gobernación también hubo sorpresas. La más grande fue quizá la
llegada de Eugenio Ímaz Gispert, sí, hermano del perredista Carlos Ímaz
Gispert, pues asumirá la titularidad del Centro de Investigación y Seguridad
Nacional, el Cisen. Eugenio trabajó en Hidalgo en el gobierno de Miguel Ángel
Osorio Chong, primero como contralor y, más tarde, como titular de la
Secretaría de Planeación y Desarrollo Regional de esa entidad. Antes fue
secretario particular de Jesús Murillo Karam, cuando el hidalguense fue
subsecretario de Gobierno. Su nombramiento, como el de los responsables del
área de seguridad en la dependencia, deberá aprobarlo el Senado, si prosperan
los cambios a la Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal.
Luego
de tomar protesta como jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera Espinosa
convocó a los gobernadores del centro del país a establecer el programa de
seguridad Escudo Centro y contar de manera homogénea con instrumentos jurídicos
y técnicos para el combate al delito. La idea, manifestada dentro de una
cascada de cambios que vendrán para el Distrito Federal, fue de inmediato bien
recibida. El ejemplo debería multiplicarse en otras entidades. Mancera Espinosa
destacó que los valores de su gobierno serán los de la gratitud, la lealtad y
la honestidad. “Seguiré con esa vocación de servicio para la gente, con todo el
empeño”, prometió.
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