TRASCENDIDOS
29 DE NOVIEMBRE 2012
Quienes
conocen a fondo el gobierno que mañana concluye relatan que Felipe Calderón se
quería quedar a vivir en México. Que en el ánimo del Presidente estaba no sólo
mantener su residencia en el país, sino hacer una vida pública más o menos
normal, inclusive dando cátedra en algún centro de estudios. Sin embargo, sus
más cercanos le hicieron ver que su idea no sólo no era conveniente, sino
tampoco viable ni, mucho menos, segura. Y con el argumento de que debía
proteger a su familia fue que lo convencieron de buscar una estancia en el
extranjero. De ahí fue que comenzaron los contactos con diversas instituciones,
como la Universidad de Texas, pero no hubo mucha suerte para encontrar cobijo
hasta que apareció la opción de Harvard. Y lo que sea de cada quien, el
Programa Angelopoulos de Líderes Públicos Globales está que ni pintado para
Calderón, pues es precisamente para gente como él que está en la transición de
dejar un cargo importante para volver a la vida normal.
Si
alguien ve a Jesús Zambrano o a Jesús Ortega, quizás podrían cantarles aquella
que dice: "Y tú que te creías el rey de todo el mundo". Y no por otra
cosa sino porque los líderes de la tribu de "Los Chuchos" decían que
si el PRD no avanzaba era porque padecía esquizofrenia producida por Andrés
Manuel López Obrador. Sin embargo, el tabasqueño ya se fue y Zambrano dejó
colgados de la brocha a sus interlocutores del PRI y el PAN con los que hoy
debía estar en Querétaro firmando el Acuerdo por México. La cerrazón de las otras
tribus del Sol Azteca a sumarse a algo que para ellos huele a sacrilegio -los
acuerdos- puso en evidencia que Zambrano no tiene el control sobre su partido.
Con
eso de que todo el mundo da por hecho que Pedro Joaquín Coldwell será el
próximo secretario de Energía, ya se escucha el tronar de dedos de quienes
esperan quedarse al frente del PRI. Por ahora suenan dos mexiquenses -¿de dónde
más si no de la tierra del Presidente- para ocupar el despacho en el búnker de
Insurgentes Norte. Se trata de Ricardo Aguilar, quien encabezó al priismo
mexiquense, y del ex gobernador César Camacho, hoy convertido en una de las
figuras pensantes del tricolor. Sin embargo, por ahí hay quienes insisten en
mencionar el nombre de la yucateca Ivonne Ortega, pues todo indica que ya no
está contemplada para el gabinete presidencial.
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Que
el sainete de la fallida firma del Pacto por México no surgió solo por las
reticencias de los perredistas; una equivocación en el equipo de transición dio
pie a que los duros del PRD lo reventaran. Resulta que, por error, la
invitación al acto se envió antes de tiempo, cuando todavía no se terminaba de
amarrar el encuentro que encabezaría hoy Enrique Peña Nieto en Querétaro. Al
final, compusieron la cosa diciendo que no se cancela, solo se pospone.
Que
ante el resbalón, los hombres fuertes del presidente electo, Luis Videgaray y
Miguel Osorio Chong, regresaron a México para continuar con los detalles y
negociaciones de la firma del pacto entre los partidos. Por eso no acompañaron
a Peña a Canadá en su encuentro con el primer ministro, Stephen Harper, quien,
por cierto, recibió de muy buen humor al futuro mandatario mexicano, con quien
intercambió bromas y risas.
Que
Videgaray adelanta que el Presupuesto 2013 se entregará al Congreso entre el 9
y el 10 de diciembre. El coordinador general de la transición asumió, desde
hace varias semanas, la negociación del paquete económico del próximo año con
gobernadores y legisladores de las tres principales fuerzas políticas, para
evitar que haya “jaloneos de última hora”.
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La
visita de Enrique Peña Nieto a Washington generó más de una ceja levantada. La
mayor sorpresa, confusión y extrañamiento está en el Departamento de Estado,
donde no entendieron el por qué el equipo del presidente electo borró por
completo de su agenda con el Ejecutivo al embajador de México ante la Casa
Blanca, Arturo Sarukhán. Dicen los que saben que está bien que el embajador
está totalmente fuera del interés de Peña Nieto y su equipo, pero que en
materia de protocolo, lo que hicieron este martes rompe cualquier forma.
¿Alicia
Bárcenas a la cancillería? Mmmmm. Suena bien. No sólo por ser mujer y ayudar a
la cuota de género en el gabinete, sino sobretodo porque se metió en el radar
del presidente electo Enrique Peña Nieto durante su gira por América Latina,
donde varios presidentes en la región le hablaron maravillas de la secretaria
ejecutiva de la Cepal. Pero no se adelanten. Dicen los que saben que Peña Nieto
ya mandó llamar a su compadre Eduardo Medina Mora, embajador en el Reino Unido,
quien viene volando hacia México. Y ojo. No descuiden a José Antonio Meade, el
secretario de Hacienda en puja también por Relaciones Exteriores.
¿Pues
qué hizo don Jesús Zambrano que embarcó a tanta gente con eso del acuerdo
político de partidos? Este jueves estaba todo listo para firmarse el acuerdo
promovido por el presidente del PRI, Pedro Joaquín Coldwell, pero se
desbarrancó. Resulta que don Jesús, presidente del PRD, arregló todo junto con
su mentor y jefe político, Jesús Ortega, para suscribir ese pacto con el PRI y
el PAN, pero sin consensuar con la corriente de René Bejarano, la segunda
fuerza de izquierda en el país. El PRD se partió, el pacto se frustró al igual
que la firma, y como el enlace político del presidente electo, Miguel Ángel
Osorio Chong se encontraba en Ottawa, nadie le dijo de lo que estaba sucediendo
y enviaron una invitación a la prensa para que los acompañara en Querétaro. En
la tarde se apresuraron a cancelar la invitación a los medios, así como también
a los gobernadores que iban a llevar como parte del escenario.
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La
noticia es que han confirmado su asistencia a la toma de protesta de Enrique
Peña, 92 jefes de Estado, 33 jefes de gobierno, 14 príncipes herederos, 85
vicepresidentes, 26 viceprimer ministros, 17 presidentes de poderes
legislativos, 58 ministros de Relaciones Exteriores, 39 ministros de Estado y 261
representantes de organismos internacionales. En total son 101 países
representados y 129 delegaciones. Más las que se sumen.
Quien
de plano no pudo comparecer ante los diputados es el secretario de Hacienda,
José Antonio Meade, como parte de la glosa del último informe del Presidente,
pues no ha podido entrar a la Cámara de Diputados a causa de los bloqueos
contra la reforma laboral y el cerco de seguridad por el Cambio de Poderes. Así
que invitó a comer hoy a los diputados de la Comisión de Hacienda en sus
oficinas de Palacio Nacional.
El
diplomático Raúl Heredia Acosta recibió en sólo 27 días dos ascensos: el 24 de
septiembre fue promovido de Consejero a Ministro y ayer la Cancillería lo
promovió a Embajador. El caso es que entre los diplomáticos causó sospechas la
espiral de triunfos de Heredia Acosta… a menos de 48 horas de que termine la
actual administración.
Lo
que llamó la atención fue el abrupto tono crítico que adoptó el ombudsman ante
el saliente gobierno, después de su asunción al cargo, en noviembre de 2009, lo
había cuestionado poco. Sin embargo, de pronto Raúl Plascencia informó de “46
mil 15 personas ejecutadas, cinco mil 202 víctimas de feminicidio, 34 mil 385
quejas contra servidores públicos…” y hoy hará comparecer en el Senado a García
Luna ¿Será que se dio cuenta apenas o quiere hacerse notar ante el nuevo
gobierno?
Resulta
que 220 agentes que se hospedaban desde hace seis meses en el hotel Imperial de
Saltillo desocuparon sus habitaciones… sin pagar más de cuatro millones de
pesos que debían. El caso, dicen los empresarios del ramo, no es único. Comentan
que hay 80 hoteleros del país a los que se les adeudan más de 300 millones de
pesos.
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La
elección de Enrique Peña puede revitalizar la zona de libre comercio de América
del Norte. El TLC, firmando en 1994, fue un detonador del crecimiento económico
de la región, pero ha sido descuidado.
El acuerdo comercial cayó en una inercia deplorable. Durante su rápida gira por
Estados Unidos y Canadá, el mensaje de Peña a los líderes de los países socios
fue: relancemos el tratado, pasemos al
siguiente nivel. Ante la debilidad de la economía internacional, fortalecer la
región económica de América del Norte es una apuesta audaz, pero pertinente. Ya
veremos si nuestros socios estratégicos se suman al esfuerzo.
En
estas horas de inquietud por el cambio de gobierno, por los personajes
políticos que se van y los que llegan, conforta saber que hay instituciones permanentes, como el Ejército. Los
soldados no van a ningún lado, no cambian de responsabilidad. Su tarea es de
largo plazo, rebasa los cambios
sexenales. Por eso, por su permanencia, son puntales de la vida institucional
del país. El Ejército respeta la voluntad popular expresada en las urnas. El
pueblo elige a sus autoridades y los soldados fortalecen la institucionalidad
al ponerse a las órdenes de su comandante supremo. Los que eligen al jefe de
las fuerzas armadas son los ciudadanos, no los soldados, esa es una clave de
nuestra vida democrática.
El
afamado Pacto por México tendrá que esperar circunstancias mejores. Puede ser
en corto plazo, digamos la semana que entra, o nunca. La realidad subraya lo dicho ayer en este espacio: los
líderes formales del PRD no tienen la sartén por el mango. Pueden tomar
decisiones burocráticas, pero en los asuntos de interés no les corresponde la
última palabra. La lógica al interior del PRD es diferente. Nadie la califica
de mejor o peor, pero sí limita las atribuciones de sus líderes formarles para
alcanzar acuerdos y, sobre todo, sostenerlos.
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Marcelo
Ebrard se irá del Gobierno del DF por la puerta de atrás y va a dejar dudas
sobre sus negocios, acerca de los que no se ha manifestado. Su programa Ecobici
es un “lavado ecológico” de recursos, según la percepción que tiene la
organización Bicitekas, que así calificó el uso del programa por la empresa
Clear Channel Outdoor México, para beneficiarse con la entrega de permisos para
colocar publicidad en las calles. “La empresa está comiéndose el mundo de la
publicidad, aprovechando su negocio de la renta y venta de bicis para tener
espacios privilegiados, eso es muy cuestionable”, dijo Agustín Martínez
Monterrubio, de la asociación Bicitekas. Es sólo una de las concesiones que dio
Ebrard a sus patrocinadores, a sus amigos cercanos.
Como
se lo adelantamos, el presidente Felipe Calderón dejará México. Volverá a
Harvard. Será el primer invitado al Programa Angelopoulos de Líderes Públicos
de la Harvard Kennedy School, cuyo propósito es brindar un espacio académico
donde puedan dictarse conferencias, interactuar con futuros líderes, académicos
e investigadores. Lástima que Calderón cierre su ciclo enfrentado con los
empresarios mexicanos por lo de la fusión del salario mínimo en dos zonas; con
la Canaero, por la política de cielos abiertos cuando las líneas aéreas en
México no reciben el mismo trato en otras latitudes y, ahora, con los
banqueros, por el madruguete sobre Basilea III. No estaban enterados. ¿Qué
papel habrá jugado en esto su secretario de Hacienda? ¿De verdad nadie sabía
que Guillermo Babatz, el presidente de la Comisión Nacional Bancaria y de
Valores, planeaba un sorpresivo golpe bajo?
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