Séptima Entrega: Washington DC, 5 de Nov, 19:30 hrs....Nooooo! ¿QUE PASA EN CASO DE UN EMPATE TÉCNICO EN ELECCIÓN
DE EU?
De
frente a las elecciones presidenciales, los resultados de los sondeos en
Estados Unidos son cada vez más estrechos; e incluso, especialistas han
planteado la posibilidad de que, por primera vez en casi dos siglos, ningún
candidato obtenga los 270 votos electorales necesarios para consagrarse como
ganador. ¿Qué se debe hacer en este caso? Las reglas que rigen el proceso
electoral estadounidense están delineadas hace 208 años, en la 12 Enmienda de
la Constitución de Estados Unidos y parecen sencillas, aunque probablemente su
aplicación no lo sea tanto. La última vez que ocurrió una "elección
contingente", como se le conoce, fue en 1824. En caso de empate, la Cámara
de Representantes hace un recuento de los votos electorales en una sesión
especial de la siguiente legislatura, en enero, y si ningún candidato alcanza
la mayoría, entonces la delegación de cada estado en la Cámara emite un voto
para Presidente. Después de la elección presidencial no resuelta de 1824,
cuando ninguno de los cuatro candidatos logró una mayoría del Colegio
Electoral, la Cámara se reunió en el siguiente enero para decidir el resultado.
Luego de un poco de cabildeo por parte de todos los candidatos, la Cámara le
concedió la presidencia a John Quincy Adams, aun cuando Andrew Jackson había
ganado la mayoría de los votos electorales. Los procedimientos emprendidos para
aquella votación de 1825 tendrían "precedente, pero no serían obligatorios"
para elecciones similares en el futuro. Entonces, la Cámara se reunió en una
sesión a puertas cerradas y votó de manera anónima mediante boletas de papel. Una
versión actual de esa contienda promete ser más confusa y dramática, en opinión
de expertos en elecciones. Si Romney y Obama terminan el 6 de noviembre con 269
votos electorales cada uno, los verdaderos resultados no se conocerán hasta el
17 de diciembre, cuando los electores, fieles demócratas y republicanos
nominados por funcionarios partidistas estatales y colocados en la boleta junto
con los candidatos presidenciales, se deberían reunir en sus respectivas
capitales estatales y el Distrito de Columbia para emitir formalmente sus votos
electorales. Eso se ha convertido en un ejercicio principalmente irrelevante en
las recientes elecciones presidenciales. Pero en el caso de un resultado final
muy cerrado, o un empate de 269 votos, cada elector repentinamente ejercerá un
gran poder. Un puñado de estados tiene leyes de "electores
desleales", diseñadas para castigar a los que cambian su voto, y unas dos
docenas de estados requieren que los encomendados prometan votar por el ganador
del estado. "Si hubiese un empate, los electores desleales se convertirían
en un gran problema, y podríamos tener un verdadero lío en nuestras
manos", dijo Robert W. Bennett, profesor de leyes constitucionales en la
Universidad Northwestern. Me comentaron varios operadores políticos que ambos partidos ya han despleagado un batallón de abogados para poder recabar ilegalidades en las elecciones en los 10 esados más codiciados por las campañas. La guerra está a punto de iniciarl.
Con
información de Reforma, Washington Post y Huffington Post.
Comentarios
Publicar un comentario