ARMAS DE “RÁPIDO Y FURIOSO” MATAN A
MEXICANOS
Las
armas que cruzaron la frontera hacia México como parte de la “Operación Rápido
y Furioso” y pararon en manos de los cárteles de la droga resultaron más
mortales de lo conocido hasta ahora, según un reportaje difundido por la cadena
Univisión. El programa “Rápido y Furioso, armando al enemigo” mencionó masacres
cometidas con armas de la operación, entre ellas la matanza de 16 jóvenes en una
fiesta en Salvárcar, en la norteña Ciudad Juárez, en enero de 2010. El trabajo
presentó por primera vez una parte de las armas requisadas por el gobierno de
Estados Unidos y que se guardan en instalaciones de la Oficina de Alcohol,
Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF) en Arizona. Las armas incautadas por
las autoridades estadunidenses fueron adquiridas ilegalmente por el crimen
organizado y utilizadas en delitos, entre ellos los asesinatos de dos agentes
federales estadunidenses. Se trató de las muertes en Arizona de Brian Terry,
agente de la Patrulla Fronteriza el 14 de diciembre de 2010, y del agente de la
Oficina de Migración y Aduanas de Estados Unidos (ICE), Jaime Zapata, en San
Luis Potosí, centro de México, el 15 de febrero de 2011. La cadena documentó
cómo las autoridades en Lukeville, Arizona, en una ocasión arrestaron y dejaron
ir a Fabián Celis, quien había confesado que trabajaba para un aliado de
Joaquín El Chapo Guzmán, el capo del Cártel de Sinaloa. La “Operación Rápido y
Furioso” en contra del tráfico de armas se lanzó en 2009 para atrapar a los
grandes capos del contrabando de armas, pero los agentes federales perdieron el
rastro de unas mil 400 armas de las más de dos mil involucradas, que incluían
rifles AK-47.
Con
información de Notimex
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