Anuncio

Cria Cuervos...Y te Sacaranlos Ojos... Columna

Cría cuervos
Nunca es tarde para los candidatos a la Presidencia y otros puestos de elección popular sentarse con sus familiares y amigos cercanos y tener una difícil e incómoda conversación. ¿Cuál es el contenido de este diálogo? El círculo íntimo tiene que aceptar el escrutinio público que enfrentará por su cercanía con el candidato, y de resultar éste electo, cuál deberá ser el comportamiento de ellos.

El electorado no sólo puede y debe evaluar la credibilidad de un candidato, también, para formarse una idea general del mismo es válido conocer a quienes lo rodean. ¿Cómo un candidato puede hablar de que luchará en contra de la corrupción si uno de sus familiares posee riquezas inexplicables? Si un candidato está en favor del Estado de Derecho y va a atacar la impunidad rampante, ¿con qué cara afirma tal propuesta si los que lo rodean son intocables por la justicia?

Hoy, más que nunca, la conducta de la familia y del círculo íntimo de un gobernante se considera no sólo extensión de su estilo de liderazgo, sino que se suma como un elemento más que permite anticipar el tipo de gobernante que será de ser electo. De nuevo, esta situación tal vez sea injusta porque nadie tiene familiares perfectos ni puede ser responsable de sus acciones. Pero también los gobernantes tienen que reconocer, aun siendo candidatos, que uno de sus flancos más débiles es la familia. Ya sea durante la campaña o cuando ya esté en el poder, el escrutinio público puede ser brutal y hasta injusto. Pero esto ya es una realidad que por el momento no puede modificarse, y por ello quien aspire a ocupar un puesto que lo expondrá a la vigilancia constante del público y de los medios tiene que preparar a sus allegados para que juntos enfrenten un tsunami de ataques personales.


 El poder enloquece. El poder absoluto enloquece absolutamente. Esto era un problema no sólo de los
presidentes y de otros gobernantes de antaño, sino que también era un padecimiento que compartían sus familiares. Y ahora, que sale a la luz la cantidad de barbaridades que se les permitió en el pasado a los presidentes y a sus familiares, con mayor razón se deben crear mecanismos de transparencia para que esto no vuelva a suceder. La sociedad tiene el derecho y la obligación de exigir compromisos que aseguren que no se vuelvan a repetir estos abusos de poder.

El sexenio de Fox lo acabaron de ensuciar las personas allegadas a él. Lo que no han entendido los gobernantes y los que los rodean es que no sólo deben actuar dentro de un marco de legalidad, sino que su conducta tiene que ceñirse a un marco ético y moral muy estrecho. De lo contrario, enfrentarán críticas y grandes suspicacias por parte de los medios de comunicación.

Cuando un familiar del Presidente o de un Gobernador incrementa dramáticamente su fuente de ingresos tiene que asumir que originará una persecución política, con fundamentos, además, legales. Y ni hablar si ese familiar o amigo hace uso de su cercanía con el mandatario para llevar a cabo actividades ilegales. Antes que se dé cuenta ya los medios de comunicación lo estarán persiguiendo y expondrán sus delitos, si antes no lo ha denunciado ya la oposición. Esta es la nueva realidad política mexicana en adelante. Tal vez no se castigue a esos infractores influyentes, pero sí los incomodarán al grado de destruir sus ambientes familiares.

Hay que preguntarles directamente a los candidatos si ya hablaron con sus allegados y les advirtieron que no robarán y no abusarán de sus cargos públicos y que deberán llevar una vida discreta y de perfil bajo. Porque de lo contrario, sufrirán, y mucho. ¿Será que esta conversación íntima se dificulta porque los candidatos también tendrán que comprometerse a no robar y a no abusar y a no ser unos cínicos?

Se acaba la vida privada: “La perdición de los hombres son las malditas mujeres...” Un ejemplo muy claro de esta nueva demanda de la sociedad fue la bochornosa situación a la que se tuvo que enfrentar el ex presidente estadounidense Bill Clinton, por un lío de faldas casi pierde la Presidencia. Y es que para cualquier candidato o gobernante un escándalo sexual es, además de vergonzoso, altamente costoso en términos políticos. El tema da para hacer unas cuantas reflexiones: Con diferencias evidentes con el pasado, la vida sexual de los candidatos y servidores públicos es comidilla para los medios. La tecnología permite que sea más fácil grabar conversaciones telefónicas, filmar videos, y otros. Recuerden la regla de las ocho columnas: Todo lo que hagan, aunque sea parte íntima de su vida personal, podrá aparecer en las ocho columnas en cualquier momento.

Comentarios