Crisis como catalizador del cambio
Problemas en penales, corrupción
por aquí y por allá, más muertos, sequía, enfermedades, discusiones
interminables sobre cómo implementar la nueva ley electoral cuando
estamos casi a 4 meses de las elecciones, entre otros tantos temas nos
hacen estar conscientes de que vivimos una gran crisis en este País
nuestro. Una de las últimas noticias que hasta nos puede parecer chusco,
es el hecho de que multaron a una televisora por transmitir una pelea
en donde el boxeador portó un emblema político en sus “chones”. Parece
que nuestras autoridades electorales consideran que los electores en
Michoacán salieron a votar por el PRI debido a que Juan Manuel Márquez
puso el emblema del tricolor a escasos centímetros de sus genitales.La desesperación de los partidos por encontrar candidatos que sean remotamente competitivos los está llevando más y más a buscar cantantes, actores, y deportistas para lanzarlos al ruedo electoral. No tengo nada en contra los cantantes, actores y deportistas, la pregunta es ¿los están promoviendo como candidatos por su potencial como futuros legisladores? o, ¿será porque están desesperados por vincular figuras públicas reconocidas por la pésima reputación que tienen los partidos y así garantizar espacios en medios deportivos y de la farándula? Igualmente deplorable es ver cómo están usando la nominación de los pluris como un mecanismo para darles inmunidad a políticos y amigos que posiblemente estén enfrentando algún proceso penal en el siguiente sexenio.
Definitivamente después de los eventos de esta semana, llego a la conclusión de que la crisis en México no ha tocado fondo. Si México fuera una telenovela, estaríamos todavía en el inicio de esta tragicomedia donde el guionista apenas empieza a subrayar la tragedia que pronto enfrentarán los protagonistas. El final feliz, donde la bella y pobre damisela eventualmente se casa con el tonto pero apuesto galán dista por llegar, todavía le falta una temporada de capítulos llenos de drama.
Ante este panorama a veces tan desalentador, y al escuchar y leer el tono pesimista de mis colegas comentaristas y analistas, me aboqué a buscar palabras de sabiduría que nos pudieran dar pauta de cómo vislumbrar el final de esta película de suspenso que es la vida nacional. Por eso quiero compartir con ustedes estas palabras de Albert Einstein:
“No pretendamos que las cosas cambien, si siempre hacemos lo mismo." Para continuar hacer click aquì..
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