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Liderazgo e Inteligencia... Columna Semana...

Mucho se ha especulado acerca de si el liderazgo está intrínsecamente ligado a la inteligencia. Probablemente haya quien piense que ser inteligente es un requisito indispensable para ser un buen líder, y quizá tenga razón. Pero la capacidad de un líder, a fin de cuentas, no se define por su inteligencia, y aunque es una herramienta básica, la disciplina y el propio interés se suman a ella como factores indisolubles.

Podríamos buscar ejemplos de personas extremadamente inteligentes, muy brillantes, que fueron muy malos líderes. Una persona muy inteligente y que pretende saberlo todo,es muy probable que caiga en la soberbia. Fernando Savater dice: “La soberbia no es sólo el mayor pecado según la sagradas escrituras, sino la raíz misma del pecado. Por lo tanto, de ella misma viene la mayor debilidad. No se trata del orgullo de lo que tú eres, sino del menosprecio de lo que es el otro, el no reconocer a los semejantes”.

Los líderes soberbios por lo regular terminan siendo malos dirigentes pues no buscan asesoría en ninguna de las áreas y desembocan en el fracaso, porque finalmente sabemos que nadie, absolutamente nadie, puede saberlo todo ni ser experto en todos los temas. Por el contrario, encontramos ejemplos de personas que no tienen una inteligencia extrema y que ni siquiera son brillantes, pero que poseen otras cualidades tal vez más importantes para un líder, como la capacidad de empatía, el control emocional, el poder seleccionar un buen equipo de trabajo y, sobre todo, la conciencia de sus propias limitaciones. Esto se aprende a través del tiempo y de la preparación.

Muchas personas tratan de ligar el tema de la inteligencia con su capacidad de liderazgo, pero yo diría que, por el contrario, más que ligado a la inteligencia lo está a la disciplina, a la capacidad de reconocer que el liderazgo es un proceso de aprendizaje que dura toda la vida.

Y ya que hablamos de inteligencia, es muy importante saber lo que esta palabra significa en toda su extensión. Un hombre inteligente no solamente es quien sabe mucho o está muy bien preparado. Quien pretenda ser líder y llegar a ser considerado como tal debe ser en extremo inteligente pero emocional y sobre todo socialmente. Daniel Goleman, autor del libro Inteligencia social, explica que los seres humanos somos seres sociales por naturaleza, y que la inteligencia social también se puede desarrollar e incluso hay que trabajar en ello. Para continuar hacer click aquí.

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