En los últimos seis meses en mi programa de TV “Seguridad Total” nos dimos a la tarea de reseñar héroes, individuos que de una forma u otra llevaron a cabo actos extraordinarios en ayuda o apoyo de una o varias personas. En el programa hemos presentado policías que rescataron a personas secuestradas, o bomberos y paramédicos que salvaron vidas. Hasta tuve la oportunidad de entrevistar a un joven que estuvo presente en el área donde cayó el jet donde murió el ex secretario de Gobernación, Juan Camilo Mouriño y que ayudó a un transeúnte que desafortunadamente estaba en el área impactada y que las llamas del avionazo lo alcanzaron. A pesar del caos, la destrucción y el fuego, este joven héroe no sólo auxilió al transeúnte que corría apagando las llamas, pero lo acompaño a la Cruz Roja, contactando a la familia y quedándose con él hasta que éstos llegaran. Y a pesar de que segundos antes del avionazo los dos eran absolutos desconocidos, desde ese fatídico día, este joven héroe continúa visitando y dándole seguimiento a está victima del avionazo, que sigue grave en el hospital.
A diferencia de la cultura estadounidense o la europea, en donde constantemente gobiernos, los medios y la misma sociedad civil busca publicitar actos de heroísmo, en México parecería que los escondemos. Es tanta la desconfianza que invade la sociedad mexicana, que cuando una persona lleva a cabo un acto extraordinario, cuestionamos inmediatamente sus intenciones. Los héroes mexicanos siguen siendo personajes míticos de la era de la época de la independencia y la revolución. La cultura del heroísmo en México está intrínsecamente vinculado al pasado, no al presente o el futuro. En parte esta es la razón de que los jóvenes mexicanos, en su mayoría, no tienen héroes, o personas que ellos quisieran imitar.
Para que entiendan la gravedad del problema, yo les sugiero a los padres que me acompañan en este espacio que les pregunten a sus hijos ¿Quiénes son sus héroes? ¿Cómo quién quisieran ser cuando sean adultos? Les garantizo que a la mayoría de ustedes se les pondrán los pelos de punta. Los jóvenes mexicanos quieren ser cantantes, actores, deportistas o una figura imaginaria que vieron en alguna caricatura en la TV. Ahora, yo no tengo nada en contra de los cantantes, actores, deportistas… Pero, ¿cuántos de ellos han llevado una vida que vale la pena emular por millones de jóvenes mexicanos? Para continuar hacer click aquí...
A diferencia de la cultura estadounidense o la europea, en donde constantemente gobiernos, los medios y la misma sociedad civil busca publicitar actos de heroísmo, en México parecería que los escondemos. Es tanta la desconfianza que invade la sociedad mexicana, que cuando una persona lleva a cabo un acto extraordinario, cuestionamos inmediatamente sus intenciones. Los héroes mexicanos siguen siendo personajes míticos de la era de la época de la independencia y la revolución. La cultura del heroísmo en México está intrínsecamente vinculado al pasado, no al presente o el futuro. En parte esta es la razón de que los jóvenes mexicanos, en su mayoría, no tienen héroes, o personas que ellos quisieran imitar.
Para que entiendan la gravedad del problema, yo les sugiero a los padres que me acompañan en este espacio que les pregunten a sus hijos ¿Quiénes son sus héroes? ¿Cómo quién quisieran ser cuando sean adultos? Les garantizo que a la mayoría de ustedes se les pondrán los pelos de punta. Los jóvenes mexicanos quieren ser cantantes, actores, deportistas o una figura imaginaria que vieron en alguna caricatura en la TV. Ahora, yo no tengo nada en contra de los cantantes, actores, deportistas… Pero, ¿cuántos de ellos han llevado una vida que vale la pena emular por millones de jóvenes mexicanos? Para continuar hacer click aquí...
México necesita héroes, nos hace falta tener a alguien a quien admirar.
ResponderBorrarMuchos admiran a Andrés Manuel, o a futbolistas o a cantantes. Pero necesitamos alguien extraordinario que vaya más allá de lo que su "chamba" le pide.